Regresan los muertos

Con la Luna llena opuesta al Sol en Escorpio reaparecen los espíritus de los difuntos. Ocurrirá en la mañana del lunes 27 de noviembre. Para algunas personas este reencuentro será motivo de alegría; para otras, motivo de inquietud y pesadumbre.

En cualquier caso, motivo de reflexión. Cada cual tiene su propia historia y los ancestros que le tocaron en suerte. Hay lo que hay, ni más ni menos. Por lo tanto, no seamos demasiado rigurosos con estos espíritus redivivos que nos visitan.

Han vuelto, quizás, para aportarnos consuelo o quizás en busca de comprensión y perdón. Incluso, a veces, llegan con algún mensaje que podría contribuir a nuestra edificación. Escuchémosles, especialmente durante la noche anterior a la Luna llena, cuando se manifiestan en los sueños.

Pero nuestra peripecia individual, feliz o desgraciada, es al fin y al cabo una pura anécdota. Tenemos también una larga historia colectiva plagada de muertos que podrían aparecer ante nosotros durante esta Luna de noviembre.

Expiar los pecados del mundo es algo que, por supuesto, está fuera de nuestro alcance. Sin embargo, en tal ocasión, podríamos hacernos el firme propósito de no contribuir a extender el dolor. Sin gritos, sin denuncias, sin venganzas. Sin aspavientos, porque el tiempo de la indignación ya ha pasado.

Papeles mojados

Urano entró en Aries el mes de setiembre de 2017, dispuesto a hacer realidad las "ensoñaciones" pergeñadas a su paso por Piscis. Ardua tarea. Ahora, desde el 11 de mayo, Urano está en Tauro y toca diálogo, aunque sea de sordos.

Tauro es lento, obstinado y escéptico. Se firmarán papeles comprometiéndose todos a ser buenos chicos. Ceses de hostilidades, apretones de manos e incluso algún que otro beso (consentido). "Por ahí se empieza; luego ya veremos", se dirán unos y otros para sus adentros.

Pero no vamos a ver nada. Tauro perdona pero no olvida. Tendrá que pasar mucho tiempo, una década por lo menos, para que bajo el signo de Géminis, a partir de julio del 2032, lleguen aires nuevos que hagan olvidar lo vivido (y sufrido).

Habrán aparecido mientras tanto otros motivos de inquietud, otras preocupaciones más inmediatas. Quizás relacionadas con la alimentación, quizás con la economía y el dinero, dos sectores tradicionalmente asociados a Tauro.

Y aquellos papeles habrán envejecido en los cajones de los despachos. Rescoldos de un pasado que podrían reavivarse por momentos (por algún tránsito, por ejemplo) para apagarse de inmediato. Y aquí paz y después gloria.

NOTA: Como siempre,  las fechas se toman sobre el zodiaco sideral y la extensión de los signos corresponde a la extensión real de las constelaciones en el firmamento.